• No responder siempre a circunstancias difíciles entregándote al pecado es progreso. Si tu vida se complica y, en vez de ir directo a tu conducta sexual ilícita, oras pidiendo ayuda y les pides a otros que oren por ti, Dios está obrando. • Una disminución en la frecuencia del pecado es algo verdaderamente bueno. No es bueno que todavía te permitas fantasías sexuales, pero si lo estás haciendo menos, vas en la dirección correcta. • Aprender a amar y considerar el interés de personas reales es progreso.